Desde el principio, los Alheit estaban convencidos de que el mayor potencial de la viticultura de Ciudad del Cabo residía en sus vinos blancos. Por ello, la finca Alheit se centra en la producción de vinos blancos, principalmente de viñas viejas de Chenin Blanc.
Los métodos de producción son muy naturales: Suzaan y Chris Alheit sólo utilizan levaduras autóctonas para elaborar sus vinos y no intervienen en la vinificación.
Chris y Suzaan Alheit son marido y mujer en la vida y socios en la bodega y en el viñedo. Un verdadero asunto de familia, ya que los padres de Chris también están involucrados en el negocio.
Los Alheit han trabajado en la industria del vino en Ciudad del Cabo, pero también en California, Australia Occidental y del Sur, Alemania en el Valle del Mosela y han viajado a algunos de los mayores países productores de vino del mundo. Miran a Europa como modelo de elaboración de vinos y están convencidos de que los terruños vitícolas de Sudáfrica pueden producir grandes vinos.
La filosofía de la finca se basa esencialmente en el terruño y en el reflejo de su expresión en los vinos, que deben ser manipulados lo menos posible. Por ello, las fermentaciones se realizan con levaduras autóctonas. Los vinos resultantes deben tener gracia, no cuerpo.
La pasión de los Alheit es el vino blanco porque creen que su país se adapta mejor a las uvas blancas que a las tintas. Hay que recordar que Sudáfrica produce ambas cosas a partes más o menos iguales. Los Alheit tienen la suerte de tener acceso a espléndidos y antiguos viñedos de chenin blanc.
Las uvas se recogen a mano y se enfrían para realizar una breve maceración con los hollejos antes de prensarlas sin despalillarlas. A continuación, se trasladan a barricas (no nuevas) para la fermentación alcohólica. A partir de este momento, el vino se deja solo hasta el embotellado.
El vino tiene un color rubí claro. Nariz muy fragante de frambuesa y ciruela. Es codicioso, jugoso pero no unidimensional. Es un vino de sed y puedes vaciar la botella antes de que te des cuenta.
Cera de abeja en nariz con miel líquida (aunque es un vino seco) y una verdadera sensación tánica en el paladar. Un vino muy tenso que ofrece mucha avidez, que recuerda al limón confitado.¡Qué intensidad!
El abuso de alcohol es peligroso para la salud, consuma con moderación.
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